Seguro que esto te suena de algo. Estas en una fiesta, o en un cumpleaños, y sacas el móvil para inmortalizar un momento especial, como puede ser el soplar las velas de la tarta. Como tú, otras 5 personas activan las cámaras de sus teléfonos y todos juntos os ponéis a disparar como locos. Luego, tras unos segundos de comparar quien ha sacado la foto más graciosa, guardas tu móvil y sigues la fiesta. Como mucho enviarías esa foto a un par de grupos de Whatsapp, o incluso, compartirla en Instagram. Pero después, ese momento, ese recuerdo, quedará perdido en la memoria de tu móvil. Junto con otros miles de momentos que eran importantes para ti, y que te gustaría recordar en el futuro. Te aseguro, que hace nada, a mi, me pasó lo mismo. Y por eso he querido escribir este post y reflexionar sobre el tema.
¿Por qué imprimir nuestras fotos?
Una de las preguntas más habituales que me hacen en el estudio, es si entregamos nuestro trabajo impreso, o solo entregamos los archivos. A excepción de los trabajos para empresas, todo el resto de trabajo que realizamos, siempre lleva alguna copia impresa en papel. Creemos firmemente en el valor de la foto impresa, y me gustaría explicar el porqué.
Cuando pienso en mi infancia, los momentos vividos, y los recuerdos que tengo de ella, hay muchos que recuerdo con mucha facilidad, que me los imagino al detalle y recuerdo muchas de las personas que formaban parte de ese momento. Curiosamente, muchos de esos momentos que mejor recuerdo, son aquellos en las que hay alguna foto impresa de ese día, y está pegada en alguno de los álbumes familiares que mi madre realizaba con mucho cariño. Y estoy seguro, de que a ti, te sucede algo similar.
Ahora, vivimos en una época rodeados de cámaras, todo el mundo lleva una cámara en su bolsillo, y tan solo tiene que deslizar un dedo por la pantalla de su móvil para tenerla lista. Por eso, hoy en día, fotografiamos tanto. En las presentaciones del colegio de mi hijo, veo a muchos padres haciendo fotos con sus móviles, capturando esos momentos únicos. Y yo me pregunto: - ¿Qué hacemos después con esas imágenes? - Las compartimos con el grupo whatsapp de familia, algunos hasta las cuelgan en el Facebook o Instagram, y después... Se quedan archivadas en la memoria del teléfono, hasta que un día, nuestro terminal hace "caput", y buscamos desesperados la forma de recuperar todas esas imágenes.
Me imagino, dentro de unos años, a nuestros pequeños buscando esas fotos de infancia; pero quizás en diez años, Facebook ya no exista más, o los móviles que usamos ahora, estarán tan obsoletos que no podamos ni cargarlos. Ojalá lo supiera y tuviera una bola de cristal para ver el futuro, porque esto de la tecnología avanza a una velocidad de vértigo. Pero, si las imprimo, y hago un álbum, como el que hacía mi madre, sí que estoy seguro de que podrá ver esas imágenes, y así, recordar con claridad esos momentos únicos, tal y como hago yo ahora.
Si ahora estas con ganas de imprimir tus fotos y no esperar más, te dejo un link para que puedas hacerlo, porque ya sabes, no dejes para mañana lo que puedas hacer hoy... Mis fotos personales las imprimo con Hofmann, a mí me ha gustado porque, es rápido, cómodo, y porque las pides desde el ordenador que quieras, y las recibes en tu propia casa. Ahora ya no tienes excusas. Haz click aquí.
Mi experiencia en el estudio.
En las sesiones de estudio, o de exteriores, o cualquier otro reportaje, mi pensamiento es el mismo. No solo pienso en lo bonito que va a quedar las fotos impresas, en como las verá la abuela del bebé que he fotografiado hoy. Por ello, cuido cada detalle para que podamos apreciarlas en todo su esplendor. Estoy pensando también en cómo se van a ver dentro de cinco, de diez, o de veinte años. Si quién veas esas fotos, van a conseguir transportarla a otra época, evocar momentos enterrados entre un millón de recuerdos y valorar lo que teníamos.
En nuestro estudio, elegimos para imprimir nuestras fotos un papel que tenga larga durabilidad. Trabajamos con los mejores fabricantes de álbumes, para que esos recuerdos que creamos, se mantengan intactos y bien conservados durante generaciones. Porque, como me gusta decir, las fotos que hacemos hoy, pueden ser muy bonitas, interesantes, y espectaculares. Pero, dentro de unos años, serán aún más interesantes, más curiosas, y con un poder maravilloso de transportarnos al pasado.
Me despido con una idea que habrás escuchado miles de veces. Si se incendia tu casa, y solo puedes salvar unas pocas cosas. ¿Que salvarías?