Esta semana se ha emitido en España el último capítulo de la aclamada serie Breaking Bad. Y yo, cuando me siento frente a mi televisión, me siento huérfano, vacío y sin ese estímulo visual que me ha enganchado durante los últimos años, cómo si de una droga se tratase. De esas que es muy difícil desengancharse.
La serie ha sido aclamada por su interpretación, su guión y para mí, por su genial e inconfundible fotografía. Planos imposibles, sombras que cuentan historias, e imágenes que impactan directamente al espectador. No solo como un recurso que forma parte de la imagen, si no como hilo conductor, y en muchos momentos guía de la historia.
Michael Slovis en el Set de “Breaking Bad”.
Muchos habrán visto la serie y habrán percibido ese toque misterioso, entre sombras y penumbras, sin saber que un director de fotografía ha cambiado la forma de hacer las cosas. Michael Slovis es el artífice de mi devoción por esta serie. No es un novato, ni es que de repente hubiera empezado a hacer las cosas como las ha realizado en esta serie en particular. Su trayectoria es extensísima, pero la mayor parte de las veces, el genio por si solo no es suficiente para destacar, y menos para marcar una gran diferencia respecto a los demás. Casi siempre hace falta otros factores, algunos dirán que la suerte. Yo digo que primero el trabajo duro, después rodearse de la gente adecuada, creer en uno mismo, y no rendirse jamás, buscando siempre cumplir tus sueños y metas. Puede ser que algunas veces no lo logremos, pero muchas otras sí.
Otro de los grandes éxitos de Michael Slovis es la cantidad de elementos que ha añadido a la serie. No solo los elementos complejos que forman cada imagen, si no las herramientas que usa para contar la historia. Desde grandes tele objetivos hasta angulares u ojos de pez. No se limita a una sola herramienta y se vuelve esclavo de ella, si no que se hace servir de todas las herramientas que hoy en día nos ofrece la fotografía y las esclaviza a su antojo para meternos aún más en un drama visual que nos hace prisioneros de la serie.
Hay muchos factores que merecerían la pena ser nombrados en la serie, pero yo quería, simplemente, añadir mi granito de arena a la gran admiración por el espléndido trabajo que han elaborado estos artistas durante los últimos años.
La semana que viene no sé que haré, soy fan de muchas series y películas, y seguro que tarde o temprano llegará algo que me hará olvidar la genialidad de esta serie en particular. Pero lo que tengo claro, es que Breaking Bad ya forma parte de mi, para bien o para mal, y si últimamente alguna de mis fotografías ha sido algo más oscura o más tenebrosa, al menos todos tenemos claro de quien es la “culpa”.
Muchas gracias a Vince Gilligan por crear esta obra de arte. Y a Michael Slovis por seguir mejorando día a día. Sin duda, un gran ejemplo del que aprender.
Todo un ejemplo de Fotografia inspiradora.